Lo sabía. Aunque todo indicaba que ni un rastro de cordura se podría encontrar en cualquiera de los individuos que conforman la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, no era posible que uno leyera El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha en un par de semanas.
Se ha pasado para Enero. Menos mal. Así tendré unas vacaciones muy quijoteras y un poquito más de un mes para darle lectura completa y elaborar el ensayo. A decir verdad me emociona. Supongo que sólo algunas personas (En las que seguro no me encuentro yo) podrían leer la obra completa sin interrupciones, sin desesperación, sin pretextos para parar y sobre todo, con convicción y constancia.
Entonces supongo que esto se ha convertido en un reto, un reto de no hacer trampa. Qué curioso.
La Cábala de El Quijote, Alfonso Galindo Lucas.
(Se está tomando a consideración qué pasará con el pobre de Rubem, con quien me siento apenada, por haberle tomado con tan poca seriedad.)